En esta modalidad, un solo progenitor se multiplica por división, fragmentación o gemación, dando origen
a uno o más descendientes con características hereditarias del progenitor.
Las hidras y las esponjas se reproducen por gemación, en la que una parte del cuerpo del progenitor forma una yema que más tarde se separa y se convierte en un individuo nuevo, tal y como se mencionó en el curso de Biología I. Los platelmintos, la lombriz de tierra y las estrellas de mar se reproducen por fragmentación: el cuerpo del progenitor se rompe en uno o varios pedazos, a partir de los cuales se forman organismos descendientes idénticos. Existe también la forma vegetativa, en la que los tallos de las plantas pueden generar raíces y posteriormente nuevas plantas, como es el caso del sauce o las uvas. La reproducción asexual está restringida a los organismos menos evolucionados, como las bacterias.
A diferencia de la reproducción sexual, en la cual se aporta gran diversidad de información a la descendencia, la reproducción asexual se caracteriza por la presencia de un único progenitor, el cual se divide y da origen a individuos genéticamente idénticos a este progenitor y entre sí. Este tipo de reproducción se utiliza para obtener plantas que son idénticas a la original (clones), que generalmente fueron seleccionadas por sus buenas características agronómicas.
En la actualidad, una práctica frecuente sobre todo en plantas oarnmentales y una gran cantidad de plantas de valor comercial, como el plátano, uvas y na-ranjas, entre otras muchas, las cuales han perdido la capacidad de producir semillas y deben ser propagadas por medio de algunos procesos de reproducción de tipo asexual.
La multiplicación o propagación vegetativa –sobre todo en plantas–, es una técnica que se hace posible debido a que en cada una de las células de cualquier vegetal existe la capacidad de poderse multiplicar, diferenciar y generar un nuevo individuo idéntico al original. Cuando esta característica se manifiesta se le denomina totipotencialidad.
Un ejemplo lo representa la propagación que se produce a partir de las partes vegetativas de la planta, como las yemas, hojas, raíces o tallos, los cuales conservan la potencialidad de multiplicarse para generar nuevos tallos y raíces a partir de un grupo de pocas células.
Otras formas son los procedimientos sencillos, como la propagación por gajos o segmentos de plantas, hasta los procedimientos más complejos, como se debería considerar el cultivo de tejidos in vitro. Veamos algunas de las formas que puede utilizar el hombre para reproducir asexualmente una planta y obtener copias idénticas o clones:
1. Propagaciones a partir de esquejes, estolones, rizomas o tubérculos Éstos son diferentes segmentos de las plantas, que conservan la potencialidad de enraizar y reproducir a la planta.
Esquejes. Los árboles y arbustos cultivados pueden ser reproducidos a partir de esquejes o segmentos de tallos, los cuales, al ser colocados en agua o tierra húmeda, son capaces de desarrollar raíces en sus extremos. Uno de los ejemplos más conocidos es el árbol de sauce, que tiene una gran capacidad para formar raíces y crecer. También podemos utilizar esquejes que no son segmentos de la planta, sino hojas, como puede ocurrir en la reproducción de la begonia.
a uno o más descendientes con características hereditarias del progenitor.
Las hidras y las esponjas se reproducen por gemación, en la que una parte del cuerpo del progenitor forma una yema que más tarde se separa y se convierte en un individuo nuevo, tal y como se mencionó en el curso de Biología I. Los platelmintos, la lombriz de tierra y las estrellas de mar se reproducen por fragmentación: el cuerpo del progenitor se rompe en uno o varios pedazos, a partir de los cuales se forman organismos descendientes idénticos. Existe también la forma vegetativa, en la que los tallos de las plantas pueden generar raíces y posteriormente nuevas plantas, como es el caso del sauce o las uvas. La reproducción asexual está restringida a los organismos menos evolucionados, como las bacterias.
A diferencia de la reproducción sexual, en la cual se aporta gran diversidad de información a la descendencia, la reproducción asexual se caracteriza por la presencia de un único progenitor, el cual se divide y da origen a individuos genéticamente idénticos a este progenitor y entre sí. Este tipo de reproducción se utiliza para obtener plantas que son idénticas a la original (clones), que generalmente fueron seleccionadas por sus buenas características agronómicas.
En la actualidad, una práctica frecuente sobre todo en plantas oarnmentales y una gran cantidad de plantas de valor comercial, como el plátano, uvas y na-ranjas, entre otras muchas, las cuales han perdido la capacidad de producir semillas y deben ser propagadas por medio de algunos procesos de reproducción de tipo asexual.
La multiplicación o propagación vegetativa –sobre todo en plantas–, es una técnica que se hace posible debido a que en cada una de las células de cualquier vegetal existe la capacidad de poderse multiplicar, diferenciar y generar un nuevo individuo idéntico al original. Cuando esta característica se manifiesta se le denomina totipotencialidad.
Un ejemplo lo representa la propagación que se produce a partir de las partes vegetativas de la planta, como las yemas, hojas, raíces o tallos, los cuales conservan la potencialidad de multiplicarse para generar nuevos tallos y raíces a partir de un grupo de pocas células.
Otras formas son los procedimientos sencillos, como la propagación por gajos o segmentos de plantas, hasta los procedimientos más complejos, como se debería considerar el cultivo de tejidos in vitro. Veamos algunas de las formas que puede utilizar el hombre para reproducir asexualmente una planta y obtener copias idénticas o clones:
1. Propagaciones a partir de esquejes, estolones, rizomas o tubérculos Éstos son diferentes segmentos de las plantas, que conservan la potencialidad de enraizar y reproducir a la planta.
Esquejes. Los árboles y arbustos cultivados pueden ser reproducidos a partir de esquejes o segmentos de tallos, los cuales, al ser colocados en agua o tierra húmeda, son capaces de desarrollar raíces en sus extremos. Uno de los ejemplos más conocidos es el árbol de sauce, que tiene una gran capacidad para formar raíces y crecer. También podemos utilizar esquejes que no son segmentos de la planta, sino hojas, como puede ocurrir en la reproducción de la begonia.
Estolones. Diversas plantas, como la fresa, desarrollan tallos delgados, largos y horizontales, a los cuales denominamos estolones, y que crecen varios centímetros al ras de la tierra y generan raíces adventicias; éstas son capaces de dar origen a una nueva planta erguida en cada nudo. Lo mismo puede ocurrir con diferentes tipos de pastos, como el trébol blanco, que se reproduce de esta forma.
Rizomas. Algunas plantas se reproducen por medio de tallos denominados rizomas, los cuales crecen bajo la superficie de la tierra. Muchas plantas aromáticas como el jengibre, la menta, el orégano y el romero se reproducen a través de rizomas. Algunas de éstas son consideradas como plagas, porque son difíciles de controlar.
Tubérculos. Son tallos subterráneos engrosados por acumulación de sustancias alimenticias, los cuales también son usados como medio de reproducción. Ejemplos típicos de tubérculos son las papas, que casi nunca producen semillas y deben ser propagadas mediante un trozo del tubérculo que contenga una yema u “ojo”, a partir del cual surgirán nuevas raíces y tallos. De esta forma se origina una nueva planta de papa, genéticamente idéntica a la que le dio origen.
2. Propagación por injertos
El término injerto se refiere a la unión del tallo de una planta con el tallo o raíz de otra, con el fin de que se establezca continuidad en los flujos de savia bruta y savia elaborada entre el tallo receptor y el injertado. El tallo injertado forma un tejido de cicatrización junto con el tallo receptor y queda perfectamente unido a éste, pudiendo reiniciar su crecimiento y producir hojas, ramas y flores. Esta técnica es muy antigua y ya era practicada por los horticultores chinos desde tiempos remotos. Tiene grandes ventajas, sobre todo para el cultivo de árboles frutales, pues permite utilizar como base de injerto plantas ya establecidas que sean resistentes a condiciones desfavorables y enfermedades, utilizándolas como receptoras de injertos de plantas más productivas y con frutos de mejor calidad y mayor producción.
Rizomas. Algunas plantas se reproducen por medio de tallos denominados rizomas, los cuales crecen bajo la superficie de la tierra. Muchas plantas aromáticas como el jengibre, la menta, el orégano y el romero se reproducen a través de rizomas. Algunas de éstas son consideradas como plagas, porque son difíciles de controlar.
Tubérculos. Son tallos subterráneos engrosados por acumulación de sustancias alimenticias, los cuales también son usados como medio de reproducción. Ejemplos típicos de tubérculos son las papas, que casi nunca producen semillas y deben ser propagadas mediante un trozo del tubérculo que contenga una yema u “ojo”, a partir del cual surgirán nuevas raíces y tallos. De esta forma se origina una nueva planta de papa, genéticamente idéntica a la que le dio origen.
2. Propagación por injertos
El término injerto se refiere a la unión del tallo de una planta con el tallo o raíz de otra, con el fin de que se establezca continuidad en los flujos de savia bruta y savia elaborada entre el tallo receptor y el injertado. El tallo injertado forma un tejido de cicatrización junto con el tallo receptor y queda perfectamente unido a éste, pudiendo reiniciar su crecimiento y producir hojas, ramas y flores. Esta técnica es muy antigua y ya era practicada por los horticultores chinos desde tiempos remotos. Tiene grandes ventajas, sobre todo para el cultivo de árboles frutales, pues permite utilizar como base de injerto plantas ya establecidas que sean resistentes a condiciones desfavorables y enfermedades, utilizándolas como receptoras de injertos de plantas más productivas y con frutos de mejor calidad y mayor producción.
Un ejemplo de esto es el injerto de cítricos, una de las industrias en la que se recurre con mayor frecuencia al uso de esta técnica; del mismo modo, se emplea en la vitivinicultura o cultivo de la vid para mejorar la producción de viñedos (uva). Con gran frecuencia, las plantas productoras de uvas de baja calidad, pero que son muy resistentes a problemas de sequía y a diversas enfermedades, son utilizadas como portainjertos para las vides de alta producción y calidad.
3. Multiplicación in vitro
El término “cultivo de tejidos” se utiliza para designar la técnica de aislar una porción de una planta (explante) y proporcionarle artificialmente las condiciones físicas y químicas apropiadas para que sus células expresen toda su capacidad potencial de regenerar una planta nueva. Este tipo de técnicas se han estado realizando en el laboratorio, sobre todo en recipientes de vidrio (por lo que se usa el término in vitro) en condiciones de asepsia, con el objeto de mantener a los cultivos libres de contaminación microbiana. Las plantas se desarrollan en esta clase de medios de cultivo compuestos por diversos macronutrientes, micronutrientes, gelificantes y compuestos orgánicos tales como hidratos de carbono, vitaminas, aminoácidos, reguladores del crecimiento y hasta detergentes, los cuales han permitido la propagación masiva de plantas genéticamente homogéneas, mejoradas y libres de microbios.
4. Apomixis
Otra forma de propagación de plantas es la apomixia, un recurso muy útil para la agricultura por el cual se obtienen plantas genéticamente iguales a la planta madre a través de la propagación por semilla, sin que se presente la fecundación del gameto femenino. Por esta razón, las semillas apomícticas son aquellas que contienen embriones cuyo origen es totalmente materno.
Actualmente, la apomixia está tomando fuerza como una estrategia de propagación, ya que representa una forma de clonación de plantas, pero usando semillas, lo cual brinda la oportunidad a los agricultores de desarrollar estrategias nuevas y únicas de propagación de cultivos de especies comestibles.
La propagación de cítricos es un ejemplo del uso de semilla apomíctica y se trata de una forma de propagación eficiente. Muchos pastos comerciales también se propagan de esta forma, tales como Pennisetum ciliare (pasto buffel) y Poa pratensis L. (blue grass o pasto azul). Aunque las causas de la formación de un embrión que no sea producto de una fecundación son aún difíciles de determinar, la apomixia constituye la mejor forma de reproducción para algunas especies, al asegurar un mejor control en la producción agrícola.
3. Multiplicación in vitro
El término “cultivo de tejidos” se utiliza para designar la técnica de aislar una porción de una planta (explante) y proporcionarle artificialmente las condiciones físicas y químicas apropiadas para que sus células expresen toda su capacidad potencial de regenerar una planta nueva. Este tipo de técnicas se han estado realizando en el laboratorio, sobre todo en recipientes de vidrio (por lo que se usa el término in vitro) en condiciones de asepsia, con el objeto de mantener a los cultivos libres de contaminación microbiana. Las plantas se desarrollan en esta clase de medios de cultivo compuestos por diversos macronutrientes, micronutrientes, gelificantes y compuestos orgánicos tales como hidratos de carbono, vitaminas, aminoácidos, reguladores del crecimiento y hasta detergentes, los cuales han permitido la propagación masiva de plantas genéticamente homogéneas, mejoradas y libres de microbios.
4. Apomixis
Otra forma de propagación de plantas es la apomixia, un recurso muy útil para la agricultura por el cual se obtienen plantas genéticamente iguales a la planta madre a través de la propagación por semilla, sin que se presente la fecundación del gameto femenino. Por esta razón, las semillas apomícticas son aquellas que contienen embriones cuyo origen es totalmente materno.
Actualmente, la apomixia está tomando fuerza como una estrategia de propagación, ya que representa una forma de clonación de plantas, pero usando semillas, lo cual brinda la oportunidad a los agricultores de desarrollar estrategias nuevas y únicas de propagación de cultivos de especies comestibles.
La propagación de cítricos es un ejemplo del uso de semilla apomíctica y se trata de una forma de propagación eficiente. Muchos pastos comerciales también se propagan de esta forma, tales como Pennisetum ciliare (pasto buffel) y Poa pratensis L. (blue grass o pasto azul). Aunque las causas de la formación de un embrión que no sea producto de una fecundación son aún difíciles de determinar, la apomixia constituye la mejor forma de reproducción para algunas especies, al asegurar un mejor control en la producción agrícola.
Debido a que no hay intercambio de material genético, la apomixia permite la reproducción de especies con características favorables, promoviendo su eficiencia y obteniendo semillas de alta calidad. De tal modo, esta técnica combina las ventajas de la propagación por semilla (por fecundación) y los métodos planteados de propagación vegetativa.