Cuando la materia fecal ingresa en el
recto provoca distensión de sus paredes, hecho que desencadena el reflejo de la
defecación. El aumento de presión en las paredes del recto es captado por
receptores que envían señales a la médula y producen:
-Aumento de contracciones en el colon
sigmoideo
-Relajación del esfínter anal interno
-Contracciones de la musculatura
abdominal.
Al tener fibras musculares estriadas, el esfínter anal externo no participa en el reflejo de la defecación. La materia fecal está compuesta por agua (75%) y por sólidos(25%), donde se incluyen restos no digeridos, fibra alimentaria (celulosa, lignina), sustancias no absorbidas (grasas, aminoácidos), desechos celulares y bacterianos, y compuestos de la bilis (estercobilina, responsable de su color), enzimas y gases.
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