La evolución de los primeros primates
1. Los humanos pertenecen al grupo de los homínidos. Como los monos y los simios antropomorfos, también son mamíferos placentarios y primates. Las principales tendencias en la evolución de los primates han sido los cambios en la estructura anatómica de las manos y los brazos, el incremento en la agudeza y estereoscopia visual, la prolongación del cuidado de las crías y la postura vertical de la espalda al colgarse o sentarse. Todas estas características están relacionadas con adaptaciones a la vida arbórea.
Las principales líneas de la evolución de los primates
2. Entre los primates se pueden reconocer dos grupos principales: los prosimios y los antropoides. Los prosimios aparecieron hace unos 55 millones de años; en la actualidad son arborícolas y de hábitos nocturnos. Los antropoides se habrían originado a partir del tronco prosimio hace 40 millones de años y están constituidos por dos grandes linajes: los monos del Nuevo Mundo, o platirrinos, y los monos del Viejo Mundo, o catarrinos. Los humanos y los antropomorfos (gibones, orangutanes, gorilas y chimpancés) son catarrinos y conforman el grupo de los hominoides.
3. En 1963, Morris Goodman demostró que los chimpancés, los gorilas y los humanos forman un grupo natural. La hipótesis del reloj molecular indica que la divergencia entre los humanos y el grupo de los chimpancés-gorilas ocurrió hace 5 a 8 millones de años. La evidencia fósil, en cambio, sugiere que esa divergencia ocurrió hace 6 a 7 millones de años. Comparaciones recientes de DNA indican que humanos y chimpancés son grupos hermanos, más cercanos entre sí que cualquiera de ellos con los gorilas.
Hacen su aparición los homínidos
4. Las principales características del linaje de los homínidos son:
- Andar erecto.
- Cerebro mayor en proporción con el tamaño corporal.
- Patrón morfológico del primer premolar con dos cúspides en lugar de la única que poseen los simios africanos.
5. La familia Hominidae incluye a nuestra especie, a los representantes fósiles del género Homo, del género Australophitecus y a otros géneros fósiles recientemente descritos.
6. En 1924, Raymond A. Dart describió un cráneo descubierto en la cantera sudafricana de Taung. Tenía características humanoides que lo distinguían de los simios antropomorfos modernos y de sus antecesores. Dart lo bautizó con el nombre de Australophitecus.
7. En 1974, Donald Johanson descubrió un esqueleto australopitecino de más de tres millones de años. Al poco tiempo, Mary Leakey descubrió huellas fósiles con la estructura de la planta del pie casi idéntica a la de los humanos modernos, y cuya antigüedad fue estimada en 3,75 millones de años. A partir de estos hallazgos, que demostraron que el andar en posición vertical era anterior a cualquier incremento significativo en el tamaño del cerebro, los australopitecinos fueron incluidos entre los homínidos.
8. Los Australopithecus comparten con los humanos el patrón bicúspide del premolar y el andar erecto, pero retienen el tamaño del cerebro ancestral, similar al de los simios. Los miembros de este género vivieron exclusivamente en África entre 4,2 y 1,4 millones de años atrás. Pertenecían a varias especies diferentes, algunas de las cuales coexistieron.
9. Las relaciones filogenéticas entre los australopitecinos y Homo no están claras. Es posible que los ancestros inmediatos de Homo sean anteriores a la divergencia de los australopitecinos y Homo, que se hayan originado a partir de un tronco australopitecino muy antiguo o a partir de un ancestro común con este tronco.
10. H. habilis caminaba erecto y tenía molares bicúspides. Vivió hace alrededor de dos millones de años y es la especie de Homo más antigua. Se la vincula estrechamente con los humanos por su habilidad para construir herramientas y su cerebro relativamente grande.
11. H. ergaster abandonó África hace unos dos millones de años. Probablemente, durante esta migración y dispersión se originó H. erectus en Asia. Una hipótesis sugiere que esta última especie, luego de colonizar algunas regiones de Asia Oriental, migró hasta a Medio Oriente y Europa.
12. H. erectus presenta un aumento de la talla y del tamaño del cerebro con respecto a las especies anteriores. Su habilidad para manejar el fuego puede haber sido la clave que le permitió sobrevivir en los climas más fríos de las regiones en que habitaba. Durante mucho tiempo, esta especie se consideró ancestral de los humanos modernos. Sin embargo, ciertas características de su cráneo no se encuentran en H. habilis ni en los humanos actuales. Algunos investigadores lo consideran una rama colateral, que evolucionó sobre todo en Asia y se extinguió en épocas relativamente recientes.
13. H. ergaster, H. erectus, H. habilis y los humanos modernos comparten las siguientes características:
- Premolares bicúspides.
- Andar bípedo.
- Postura erecta.
- Cerebro grande.
- Capacidad para construir herramientas.
14. Existe evidencia de que H. erectus habría convivido en Asia con los humanos modernos. Los ancestros directos de la humanidad podrían pertenecer a un linaje de Homo africano que evolucionó localmente. H. ergaster y H. heildelbergensis son algunas de las especies de Homo que podrían estar vinculadas con nuestro origen.
15. H. neanderthalensis vivió en Europa y en Medio Oriente desde 250-300 mil hasta 35.000 años atrás. Tenía una estructura social compleja y celebraba ceremonias mortuorias. Esta especie sería una rama colateral con la que los humanos comparten un ancestro reciente no determinado. Neandertales y humanos modernos convivieron en Medio Oriente y en algunas regiones de Europa hasta que aquéllos se extinguieron.
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